domingo, 29 de enero de 2017

EL OÍDO DEL TIRADOR

EL OÍDO DEL TIRADOR



LOS AURICULARES O TAPONES NO ES UN PROBLEMA DE ELEGANCIA
SINO DE SENSATEZ Y AUTORRESPONSABILIDAD
GRAN NÚMERO DE CAZADORES Y TIRADORES SUFREN SORDERA POR FALTA DE PROTECCIÓN


El oído es el órgano más agredido por la caza o el tiro en general, por eso es fundamental que el tirador tome precauciones a fin de evitar males mayores.

El traumatismo de oído, es una dolencia por desgracia bastante común entre cazadores, tiradores, policías, instructores de tiro… que debemos conocer y prevenir.

Hay un grupo de personas, millones en todo el mundo, que por diversas razones de tipo laboral o deportivo se ven sumergidas en un nivel de ruido aún más acusado que el que soporta el ciudadano  corriente. Entre estos nos encontramos los tiradores, instructores, policías… que, por la naturaleza de nuestro deporte o profesión, acudimos a los polígonos y galerías con cierta asiduidad. El futuro de todo tirador, aun tomando todas las precauciones posibles, es la de perder una cierta proporción de nuestra capacidad auditiva. Para el tirador que no adopta medidas de protección la sordera es el resultado final a alcanzar en no demasiado tiempo.

Ya sabemos que el ruido de disparo es una clara agresión para el oído. Si somos sensatos, si queremos protegernos y evitar una sordera prematura, debemos tomar todas las precauciones posibles para retrasar y minimizar lesiones que se puedan producir en el oído. Y digo “retrasar y minimizar”, pues, a pesar de todos los medios posibles de protección a emplear, el oído (en mucha menor proporción que sin medidas de defensa) se ve afectado a la larga por el trauma del disparo. Naturalmente, no todos los tiradores sufren en idéntica proporción. Hay factores personales y factores de la especialidad que se practique; interviene también el número de disparos por sesión, las características sonaras del polígono o galería de tiro, frecuencia de entrenamiento y competición, etc.

El arma corta, y dentro de esta las especialidades de pistola velocidad y estándar, son las más lesivas. El fusil de guerra, el tiro con armas automáticas de combate y todas aquellas otras con grandes calibres son, evidentemente, más perjudiciales que las armas largas de calibre .22 o el tiro neumático. Las escopetas de competición (Trap - Skeet) son muy sonoras, pero como se practica al aire libre y la técnica exige que el tirador dispare individualmente son poco lesivas si las comparamos con otras modalidades. Lo mismo podríamos decir para los cazadores, tanto de caza mayor como menor, en los que la frecuencia de disparos por sesión suele ser mínima.

El tirar en grupo un pequeño sobresalto es motivo suficiente para alterar la línea de mira o presionar el disparador y hacer un mal disparo o disparo accidental (gatillazo). Esto puede coger desprevenido a los demás tiradores sin estar preparados con la protección auditiva.

Años atrás veíamos a muchos tiradores que, por un sentido risible de la hombría, no aceptaban la protección del oído y presumían incluso de su capacidad de soportar el ruido de los disparos sin pestañear. Posiblemente ya están bastante sordos en aquellas fechas.

Pero esos tiempos pasados (no muy lejanos, sin embargo) ya solo son un recuerdo y hoy día es excepcional contemplar semejante estupidez.

Todavía hay tiradores que, tozudos en sus ideas, introducen en sus oídos una bola de algodón como toda medida de protección ante el trauma sonoro. Esto es insuficiente y debe desterrarse semejante remedio.

Otra costumbre, igualmente insuficiente, aunque ya de mejor protección, son las vainas vacías de calibre .38 o .45 metidas en los conductos auditivos. se usen vacías o rellenas de algodón, papel o gomaespuma, e incluso en capas de diferentes materiales, no son suficiente protección.

SISTEMAS DE PROTECCIÓN AUDITIVA

El estar sometido a ruidos superiores a 140 dB puede dañar de forma permanente nuestra capacidad auditiva. El calibre 22 L.R. ya es capaz de alcanzar ese nivel de decibelios, por lo que en términos generales podemos decir que cualquier arma de fuego puede dañar nuestro oído. Más aún los rifles de gran calibre, que pueden llegar a sobrepasar los 175 dB. También debemos considerar donde disparamos nuestra arma, sitios donde los sonidos pueden reverberar o rebotar tendrán un efecto intensificador, por ejemplo, desde dentro de un coche, aumentando el riesgo de pérdida de audición permanente.

Otro aspecto a considerar es, el tipo de munición que empleemos, longitud del cañón, el empleo de frenos de boca (estos aparatos aumentan considerablemente el sonido emitido en el disparo), cañones compensados, etc., que pueden hacer que el ruido sea aún mayor. En este sentido, utilizar dispositivos para reducir el retroceso puede ser aún más perjudicial. También se ha constatado que las armas semiautomáticas producen disparos con un nivel de presión auditiva ligeramente superior.

Aunque este tipo de lesiones se producen normalmente por una práctica continuada de nuestro trabajo y aficiones, es importante destacar que el daño a nuestra audición puede producirse con un solo disparo, especialmente si concurren algunas de las circunstancias señaladas anteriormente. Lógicamente la mayor afluencia de aficionados a los otorrinos suele coincidir con la temporada de caza, cuando se produce una mayor exposición a este tipo de ruidos.

Asimismo, está comprobado que el efecto continuado de los disparos acelera el deterioro auditivo asociado a la edad, por lo que suelen ser los más experimentados (instructores de tiro) quienes sufren mayores problemas.

PÉRDIDA DE AUDICIÓN DEBIDO AL RUIDO DE ARMA DE FUEGO

Los que usamos de forma continuada armas de fuego, somos unos de los grupos de población más proclives a perder capacidad de audición. Esta pérdida auditiva afecta fundamentalmente a los sonidos de alta frecuencia, esto se traduce en problemas para oír sonidos del habla agudos, “s”, “f”, “b”, “v”, etc. La hipoacusia neurosensorial (pérdida auditiva parcial) ocurre cuando las diminutas células ciliadas pilosas (terminales nerviosas) que transmiten el sonido a través del oído están lesionadas, enfermas, no trabajan apropiadamente o han muerto. Este tipo de hipoacusia a menudo no se puede revertir. Curiosamente el oído que más sufre es el del lado opuesto al que usamos para encarar el arma. Es decir, en un tirador diestro el oído izquierdo es el que más sufre, ya que está alineado y más próximo a la boca del cañón del arma de fuego. Por otra parte, nuestro oído derecho, en el caso de los diestros, está protegido por la masa de nuestra cabeza que absorberá parte de la onda sónica.

Los síntomas más característicos que se producen como consecuencia de una exposición a los disparos son dos. Por una parte, la aparición de zumbidos en los oídos, de forma permanente o temporal, denominados acúfenos o tinnitus. Por otra la sensación de no entender lo que te dicen cuando alguien te habla (pérdida auditiva), es como estar escuchando murmullos ininteligibles o sólo somos capaces de escuchar palabras sueltas. Este síntoma puede tener efectos colaterales a nivel psicológico, cuando el afectado comienza a acusar a su entorno de murmurar a sus espaldas en una clara actitud paranoide. Además, es posible que estas personas no se sometan a pruebas auditivas porque no creen tener un problema.

TIPOS DE PROTECCIÓN CONTRA EL RUIDO DE ARMAS DE FUEGO

Lo que resulta curioso es que se produzcan este tipo de lesiones, cuando en el mercado hay multitud de soluciones de protección auditiva, fundamentalmente cascos y tapones con diferentes niveles de tecnología. Desgraciadamente varios estudios en USA demuestran que sólo la mitad de los tiradores deportivos llevan protección auditiva todo el tiempo que están en el campo de tiro. Este porcentaje se reduce cuando hablamos de cazadores, debido a que consideran un hándicap para su relación con el entorno natural el uso de un protector de este tipo. Es decir, acusan a los tapones y cascos de impedirles escuchar los sonidos de la naturaleza durante las jornadas de caza, con el consiguiente perjuicio a la hora de acechar presas en algunas modalidades de caza.

Esto último muestra el desconocimiento de muchos usuarios sobre las posibilidades que brindan algunos de estos productos, que permiten a los tiradores oír incluso los sonidos más suaves mientras que les protege contra sonidos fuertes como el ruido producido por el disparo de un arma de fuego.

Tenemos dos tipos de dispositivos en cuanto a su modo de atenuación, los de atenuación constante y los de atenuación selectiva. Los primeros son cascos, tapones y moldes que tapona nuestros oídos protegiéndolos contra todo tipo de ruidos, no discriminando los suaves de los fuertes. Los de atenuación selectiva son aquellos que empleando una tecnología electrónica o mecánica son capaces de separar los ruidos por su intensidad llegando incluso, en el caso de los electrónicos, a amplificar los sonidos más débiles. Un inciso con respecto a los dispositivos de tipo mecánico, estos por norma general suelen tener unos tiempos de respuesta peores que los electrónicos, suelen tardar más tiempo en cerrarse ante un ruido fuerte.

Finalmente decir que estos dispositivos no sólo son utilizados por cazadores y tiradores deportivos, sino que también los militares norteamericanos usan dispositivos electrónicos y no electrónicos, durante el combate como durante el entrenamiento con armas de fuego. Los precios de estos dispositivos van desde menos de un euro en el caso de los tapones desechables más simples, hasta varios cientos de euros en el caso de cascos electrónicos de marcas de renombre. Aunque existe un abanico muy amplio de soluciones y precios de diferentes fabricantes.

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA PROTEGER NUESTRA AUDICIÓN

  • Utilizar siempre algún tipo de protección auditiva cada vez que dispare un arma.
  • Tener siempre a mano en la bolsa de tiro al menos unos tapones desechables, para el caso que se nos olviden el dispositivo que utilicemos habitualmente.
  • Si vamos a hacer uso de armas especiales de gran calibre, como por ejemplo un rifle express, una doble protección no es desdeñable.
  • Considerar el ruido como una variable a la hora de seleccionar un arma y su calibre, junto con otras variables de más peso.
  • Evitar en lo posible disparar en grupos o en entornos reverberantes.
  • Utilizar tecnología electrónica o mecánica contrastada, sobre otras opciones siempre que lo permita nuestro presupuesto.

TEST DE INCAPACIDAD DEL TINNITUS

¿Le cuesta concentrarse por culpa del ruido o zumbido de oído? ....................................................
Si - A Veces - No
¿Le cuesta escuchar a los demás debido a que el zumbido es muy fuerte? .......................................
Si - A Veces - No
¿Lo pone mal genio el zumbido del oído? .......................................................................................
Si - A Veces - No
¿Se siente confundido por culpa del zumbido del oído? ..................................................................
Si - A Veces - No
¿Se desespera con el ruido o zumbido del oído? ..............................................................................
Si - A Veces - No
¿Se queja mucho por tener el zumbido en el oído? ..........................................................................
Si - A Veces - No
¿Le cuesta quedarse dormido en la noche por culpa del zumbido del oído? .....................................
Si - A Veces - No
¿Cree que el problema de su zumbido es algo sin solución? .............................................................
Si - A Veces - No
¿El zumbido del oído es un problema que le impide disfrutar de la vida como por ejemplo
salir a comer con amigos o ir al cine? .............................................................................................
Si - A Veces - No
¿Se siente desilusionado por culpa del zumbido del oído? ...............................................................
Si - A Veces - No
¿Cree que tiene una enfermedad incurable? ...................................................................................
Si - A Veces - No
¿El zumbido de oído le impide pasarlo bien? ...................................................................................
Si - A Veces - No
¿Le estorba el zumbido de oído en su trabajo o en las labores de la casa? .......................................
Si - A Veces - No
¿Se siente a menudo de mal genio por culpa del zumbido del oído? ................................................
Si - A Veces - No
¿Le cuenta comprender lo que lee por culpa del zumbido del oído? ................................................
Si - A Veces - No
¿Se siente alterado por el zumbido de oído? ...................................................................................
Si - A Veces - No
¿Siente que el zumbido de oído ha echado a perder las relaciones con sus familiares y amigos? .....
Si - A Veces - No
¿Le cuesta sacarse de la cabeza el zumbido y concentrarse en otra cosa? ........................................
Si - A Veces - No
¿Siente que no puede controlar el zumbido de oído? ......................................................................
Si - A Veces - No
¿Se siente a menudo cansado por culpa del zumbido de oído? ........................................................
Si - A Veces - No
¿Se siente deprimido por causa del zumbido de oído? .....................................................................
Si - A Veces - No
¿Lo pone nervioso el zumbido de oído? ...........................................................................................
Si - A Veces - No
¿Siente que no puede ya hacerle frente al zumbido de oído? ..........................................................
Si - A Veces - No
¿Empeora el zumbido de oído cuando está estresado? ....................................................................
Si - A Veces - No
¿Se siente inseguro por culpa el zumbido de oído? ..........................................................................
Si - A Veces - No

Cada respuesta “SI” suma 4 puntos; cada respuesta “A VECES” suma 2 puntos y cada respuesta “NO” suma 0 puntos. El grado de incapacidad del acúfeno viene determinado por la suma total de todas las respuestas y equivale a un valor comprendido entre 0 (no incapacidad) hasta 100 (incapacidad total).

El grado de discapacidad a través del Tinnitus Hándicap Inventory (THI), se ha clasificado en 5 niveles.
GRADO 1: (0-16) MUY LEVE: Solo percibido en ambiente silencioso y fácilmente enmascarable, casi nunca perturba al paciente.
GRADO 2: (18-36) LEVE: Enmascarable por el ruido ambiente y olvidado por la actividad diaria.
GRADO 3: (38-56) MODERADO: Percibido a pesar del ruido ambiente, si bien no dificulta las actividades diarias; sin embargo, molesta en reposo y a veces dificulta la conciliación del sueño.
GRADO 4: (58-76) SEVERO: Siempre percibido, interfiere con las actividades diarias, dificultando siempre el reposo y el sueño; paciente que acude al especialista.
GRADO 5: (78-100) CATASTRÓFICO: Todos los síntomas peor que el grado 4, especialmente el insomnio, posible patología psiquiátrica asociada.

Diversos autores consideran que ante la obtención de una puntuación “grado 4”, es necesaria la intervención psicológica, te recomendamos ponerte en manos de los especialistas.

Los acúfenos o tinnitus son un fenómeno perceptivo que consiste en notar golpes o sonidos en el oído, que no proceden de ninguna fuente externa. Pueden ser provocados por gran número de causas, generalmente traumáticas (traumatismos por explosiones, fuegos artificiales, armas de fuego...), ser producto de un síntoma de taponamiento de los oídos o de síndrome de Ménière.

CONCLUSIÓN

El uso de tapones, auriculares o ambos conjuntamente no se basa en motivaciones de capricho o moda, como en ocasiones se ha dicho, sino en una necesidad científicamente demostrada. La exposición al ruido determina sordera. Si dicha exposición es habitual: entrenamientos, competiciones, caza y ruido ambiental común al igual que los demás ciudadanos, la indicación de protección debería ser obligatoria, además de utilizar gafas y guantes. También está demostrado que el uso de auriculares o cascos de insonorización preserva y disminuye en gran medida las lesiones auditivas derivadas del trabajo en ambientes ruidosos.

La pérdida del oído es un peligro para nuestra salud que nos acecha a todos los cazadores y tiradores... En este tema no existe excusa alguna para poder evitarlo, hay en el mercado suficientes soluciones al alcance de todos los bolsillos para poder evitarlo.

¡No te quedes sordo! Cuida tu salud auditiva