sábado, 12 de julio de 2014

LOS EFECTOS DEL CALOR EN NUESTRA MUNICION

LOS EFECTOS DEL CALOR EN NUESTRA MUNICIÓN
(FRÍO, HUMEDAD O LLUVIA)
Cualquier cazador es consciente, en mayor o menor medida, de lo malo que el calor puede resultar para obtener buenos resultados en una jornada cinegética, pero ¿cómo afectan las altas temperaturas a nuestra munición?, ¿qué precauciones hay que tener en cuenta?... son cuestiones que no todos tenemos claras.

Debemos partir del hecho de que la pólvora normalmente arde de forma correcta a 21ºC, con un 60 % de humedad, pero si el cartucho se encuentra expuesto a una elevada temperatura o a un ambiente demasiado seco, aumentará la presión y con ella la velocidad.

Pongamos un ejemplo gráfico: un aumento de 10 ºC de temperatura en la pólvora (esto varia en función del tipo de pólvora del que se trate), puede suponer un incremento de la velocidad en un 0,5 / 2%, al tiempo que un aumento de la presión en aproximadamente un 4%.

Esto llevado a un caso extremo, con temperaturas mayores y si se suman otros factores como la vaina o la recámara sucia, podemos vernos envueltos en un grave accidente por reventón del arma. El reventón podría ser la peor de las consecuencias y aunque éste no debe ocurrir normalmente, debemos tener presente que cualquier sobrepresión resulta nefasta para conseguir tiros acertados. La razón es clara: un aumento de la presión incrementa ligeramente la velocidad del proyectil y esto tiene la clara consecuencia de una variación en el punto de impacto.

Ni que decir tiene que las altas temperaturas no afectan de igual manera a todos los cartuchos, lo que en condiciones normales de calor generen bajas presiones en la recámara o tengan tacos de calidad que amortigüen mejor el golpe de presión y la aceleración de la carga, se verán menos afectados.

En el caso de la cartuchería que está cargada con perdigones, el aumento de presión producido por las altas temperaturas siempre influye en el plomeo, puesto que afecta tanto a la velocidad como a la deformación de los proyectiles. Resulta por tanto sumamente peligroso y nada recomendable realizar pruebas de plomeo cuando la temperatura ambiental es superior a 40ºC. Por supuesto, lo más importante será que intentemos por todos los medios evitar el aumento de temperatura de nuestros cartuchos...

La primera medida afecta al almacenamiento de los cartuchos, que deberá ser siempre en un lugar fresco y seco. Además y en cuanto a su transporte, muchos cazadores y tiradores de competición utilizan durante los meses de verano una de esas pequeñas neveras portátiles en las que guardan estos cartuchos. Estas neveras deberán mantener una temperatura aproximada de entre 20 / 25ºC.

En las jornadas de caza en verano deberemos poner especial atención en no dejar los cartuchos expuestos al sol, ya sea directa o indirectamente. Muchos no se dan cuenta de esto y los dejan dentro del coche que con facilidad quedará aparcado al sol, sin darse cuenta de que allí la temperatura podrá alcanzar cotas muy altas, que sin duda afectarán al material.

También hay que tener precaución durante el trayecto, no cayendo en el error de dejar los cartuchos en el maletero, puesto que resulta mucho más adecuado guardarlos con nosotros y enchufar el aire acondicionado.

Tomando estas sencillas medidas preventivas, no debería ocurrir nada puesto que las temperaturas que alcanzamos en nuestro país no son tan excesivas como para correr riesgo de sobrepresión durante el ejercicio de la caza. Al contrario pero sin sobrepresión seria los efectos del frío, humedad o lluvia, disminuiría ligeramente la velocidad del proyectil y esto tiene la clara consecuencia de una variación en el punto de impacto.


*** 


©El Instructor