LOS
EFECTOS DEL CALOR EN NUESTRA MUNICIÓN
(FRÍO,
HUMEDAD O LLUVIA)
Cualquier
cazador es consciente, en mayor o menor medida, de lo malo que el
calor puede resultar para obtener buenos resultados en una jornada
cinegética, pero ¿cómo afectan las altas temperaturas a nuestra
munición?, ¿qué precauciones hay que tener en cuenta?... son
cuestiones que no todos tenemos claras.
Debemos
partir del hecho de que la pólvora normalmente arde de forma
correcta a 21ºC, con un 60 % de humedad, pero si el cartucho se
encuentra expuesto a una elevada temperatura o a un ambiente
demasiado seco, aumentará la presión y con ella la velocidad.
Pongamos
un ejemplo gráfico: un aumento de 10 ºC de temperatura en la
pólvora (esto varia en función
del tipo de pólvora del que se trate), puede suponer un
incremento de la velocidad en un 0,5 / 2%, al tiempo que un aumento
de la presión en aproximadamente un 4%.
Esto
llevado a un caso extremo, con temperaturas mayores y si se suman
otros factores como la vaina o la recámara sucia, podemos vernos
envueltos en un grave accidente por reventón del arma. El reventón
podría ser la peor de las consecuencias y aunque éste no debe
ocurrir normalmente, debemos tener presente que cualquier
sobrepresión resulta nefasta para conseguir tiros acertados. La
razón es clara: un aumento de la presión incrementa ligeramente la
velocidad del proyectil y esto tiene la clara consecuencia de una
variación en el punto de impacto.
Ni
que decir tiene que las altas temperaturas no afectan de igual manera
a todos los cartuchos, lo que en condiciones normales de calor
generen bajas presiones en la recámara o tengan tacos de calidad que
amortigüen mejor el golpe de presión y la aceleración de la carga,
se verán menos afectados.
En
el caso de la cartuchería que está cargada con perdigones, el
aumento de presión producido por las altas temperaturas siempre
influye en el plomeo, puesto que afecta tanto a la velocidad como a
la deformación de los proyectiles. Resulta por tanto sumamente
peligroso y nada recomendable realizar pruebas de plomeo cuando la
temperatura ambiental es superior a 40ºC. Por supuesto, lo más
importante será que intentemos por todos los medios evitar el
aumento de temperatura de nuestros cartuchos...
La
primera medida afecta al almacenamiento de los cartuchos, que deberá
ser siempre en un lugar fresco y seco. Además y en cuanto a su
transporte, muchos cazadores y tiradores de competición utilizan
durante los meses de verano una de esas pequeñas neveras portátiles
en las que guardan estos cartuchos. Estas neveras deberán mantener
una temperatura aproximada de entre 20 / 25ºC.
En
las jornadas de caza en verano deberemos poner especial atención en
no dejar los cartuchos expuestos al sol, ya sea directa o
indirectamente. Muchos no se dan cuenta de esto y los dejan dentro
del coche que con facilidad quedará aparcado al sol, sin darse
cuenta de que allí la temperatura podrá alcanzar cotas muy altas,
que sin duda afectarán al material.
También
hay que tener precaución durante el trayecto, no cayendo en el error
de dejar los cartuchos en el maletero, puesto que resulta mucho más
adecuado guardarlos con nosotros y enchufar el aire acondicionado.
Tomando
estas sencillas medidas preventivas, no debería ocurrir nada puesto
que las temperaturas que alcanzamos en nuestro país no son tan
excesivas como para correr riesgo de sobrepresión durante el
ejercicio de la caza. Al contrario pero sin sobrepresión seria los
efectos del frío, humedad o lluvia, disminuiría ligeramente la
velocidad del proyectil y esto tiene la clara consecuencia de una
variación en el punto de impacto.
***